El término SCORM es esencial en el ámbito del Elearning. Es una de las primeras palabras con las que te topas, si te estás adentrando en el mundo de la formación online. Y es normal que te suene a chino, pero rápidamente debes saber de qué se está hablando cuando se hace referencia al contenido SCORM, a los cursos SCORM o al término en sí.
En este artículo te contaremos qué es el término SCORM y a qué hace referencia. Desde Hábilon Elearning te acercamos a estas siglas de una manera sencilla. Conocerás qué significa, su historia, sus características, sus ventajas y por qué todo el mundo habla de ello.
SCORM corresponde a las siglas en inglés Shareable Content Object Reference, que se traduce al español como Modelo Referenciado de Objetos de Contenidos Compatibles. Cuando el contenido de una formación está configurado en formato SCORM, está estandarizado. Esto implica que la formación será compatible con cualquier sistema de gestión de aprendizaje, conocido como LMS.
El SCORM es la estandarización de la formación. Es un modelo de referencia para asegurar la compatibilidad de los contenidos e-learning. Transformar el contenido y los cursos de formato PDF o Power Point a formato SCORM garantiza que este puedan ser usados en cualquier plataforma de aprendizaje. Podemos afirmar que los contenidos que no cumplan con este formato fácilmente quedarán inutilizados, ya que no serán reconocidos por los sistemas de gestión de formación online.
Debemos tener en cuenta que la importancia de los estándares se extiende a cualquier ámbito. Por ejemplo, imagina que cada electrodoméstico necesitara un tipo de enchufe distinto. Sería un caos: tendríamos que cambiar la instalación de casa cada vez que se compra un nuevo aparato. Por suerte, los enchufes están estandarizados, y se puede conectar una lámpara, un ordenador o una cafetera en el mismo punto.
Lo mismo ocurre con SCORM: gracias a que es un estándar, cualquier curso puede utilizarse en diferentes plataformas de aprendizaje sin modificaciones ni complicaciones.
Antes de la década de 1990, la formación e-learning era muy heterogénea y poco estandarizada. Fue en esta época cuando el laboratorio ADL del Departamento de Defensa de los Estados Unidos lideró la iniciativa de crear un marco normativo que “ordenara” la formación con la intención de que pudiera ser reconocida en cualquier plataforma. Hasta el nacimiento del SCORM, cada contenido formativo necesitaba una plataforma específica para poder acceder a este.
En el año 2000 se lanzó la primera versión de SCORM. Desde ese momento se ha ido actualizando, agregando mejoras como la flexibilidad, modulación o control. Así mismo, conforme se han ido lanzando nuevas versiones, se han aumentado las especificaciones y normas que debían seguir los contenidos para asegurar su usabilidad en las diferentes plataformas.
El formato SCORM supuso la estandarización del contenido elearning. El lanzamiento de este estándar trajo consigo los siguientes beneficios:
Los cursos SCORM son básicamente un archivo zip comprimido que reúne 3 elementos principales:
Esta composición provoca que el contenido SCORM tenga diferentes beneficios. El principal es que este tipo de formación es independiente a la plataforma de aprendizaje pero integrable a ellas. Por lo tanto, además de beneficiar a los proveedores de formación y a las empresas que habilitan el contenido en sus plataformas, sirve de referencia y guía para los propios creadores de contenido.
Otra de las ventajas es que el Api Javascript guarda el progreso, permitiendo que el alumnado pueda realizar el curso a su ritmo. Así mismo facilita el seguimiento del progreso del alumnado, la cantidad de contenido completado y el nivel de conocimientos adquiridos.
Por otro lado, una de las características del contenido SCORM es que está dividido en módulos, lo que provoca diferentes ventajas. Por ejemplo, es muy útil para identificar las áreas que mejor funcionan y las que necesitan mejorías, facilita el feedback y permite que los módulos sean utilizados en diferentes cursos, creando así formaciones diferentes a partir de los mismos contenidos.
Aunque el formato SCORM se enfrenta a diferentes desafíos, las ventajas de alquilar contenido estandarizado saltan a la vista. Los centros de formación que cuentan con su propia plataforma necesitan contenidos que puedan integrarse fácilmente y distribuirse sin complicaciones. Alquilar contenido en formato SCORM permite incorporar cursos listos para usar, estandarizados y compatibles, lo que agiliza la puesta en marcha de nuevas acciones formativas.
Gracias a su formato universal, los contenidos SCORM pueden ser ofrecidos desde la plataforma del centro a empresas, universidades o alumnado final, sin importar qué sistema utilice cada cliente. Esto no solo optimiza el proceso, también garantiza una experiencia formativa fluida, trazable y profesional.
Alquilar contenido SCORM es, en definitiva, una solución eficaz para ampliar la oferta formativa, reducir tiempos de producción y facilitar la distribución multicliente desde un único entorno.
Por Hábilon Elearning
