Una reflexión personal sobre los retos que vienen
Por Alfonso Ochoa (CEO de Hábilon)
Hay momentos del año que nos invitan a parar. A mí diciembre siempre me lleva a pensar en cómo está evolucionando todo a mi alrededor. En estas líneas, voy a compartir cuáles creo que serán los retos de nuestro entorno laboral, el sector de la formación Elearning en el ámbito profesional.
He leído varios artículos, que sumados a mi experiencia y a las vivencias en este último año, creo que habrá varias clave que debemos tener en cuenta. Aún así, como ya sabemos, esto de la transformación digital y constante nos trae locos, así que lo de predecir cada vez se vuelve más complicado.
Pero bueno, vamos a por ello:
1. El aprendizaje continuo ya no es opcional
Cada vez es más evidente: las personas valoran aprender para poder crecer como profesionales en la empresa. Hay un dato que lo deja claro: el 70% de los profesionales prioriza las oportunidades de desarrollo personal por encima de la remuneración, según Steelter. Aunque ya se venía viendo, esto significa que la formación no puede ser algo puntual ni complementario, sino parte de la estructura de las organizaciones. Además, se convierte en uno de los requisitos principales para retener el talento humano. Y por supuesto, que aquí las empresas proveedoras de formación tenemos una gran oportunidad, pero también una gran responsabilidad.
El reto: convertir el aprendizaje continuo en un hábito real dentro de las organizaciones.
2. El microaprendizaje se consolida… pero no de cualquier manera
Llevamos años hablando del microaprendizaje, pero en 2026 será prácticamente el estándar. Seamos realistas, nadie puede asumir en sus rutinas formaciones que demanden mucho tiempo…y a las empresas tampoco les interesa que el personal aparque sus tareas durante mucho tiempo para formarse. Lo bueno es que esto ya no es necesario, las personas quieren formaciones breves, claras y útiles, que puedan realizar sin bloquear su jornada y estas formaciones ya existen.
El microaprendizaje funciona… pero ¡ojo! siempre que se mantenga el propósito pedagógico. El problema empieza cuando el microlearning se utiliza solo porque “está de moda”, a lo que muchas veces se le suma la “sobre gamificación” y da lugar a un despropósito formativo. El valor del microaprendizaje reside en la selección exhaustiva de las competencias que se deben entrenar y de los conceptos que se van a tratar, asegurándonos que toda la formación es útil, de principio a fin.
El reto: mantener los formatos cortos sin renunciar a la profundidad ni a la utilidad.
3. La IA formará (o ya forma) parte del aprendizaje… y debemos usarla con criterio
Ya estamos viendo cómo la IA empieza a integrarse en procesos de aprendizaje: evaluaciones automáticas más precisas, rutas personalizadas según el ritmo de cada persona, generación de ejercicios adaptados, tutores virtuales, asistentes de voz integrados en las plataformas… y esto solo es el principio. La IA permite agilizar procesos, personalizar la experiencia y apoyar al equipo formador. Es decir, nos ayuda a mejorar nuestro contenido, le suma valor, por lo que no usarla es quedarse atrás.
Pero también requiere responsabilidad, debemos entender sus límites, revisar sesgos, garantizar transparencia y asegurarnos de que no sustituya el pensamiento crítico.
El reto: incorporar IA sin perder la esencia humana del aprendizaje.
4. No perder el foco en lo importante
Estas tendencias son relevantes, además de muchas otras que seguramente podamos sumar a la lista. Pero desde mi opinión, esto es lo más importante: No debemos perder el foco en un contexto que nos facilita mucho la dispersión. Todo cambia a gran velocidad, es fácil dejarse llevar por nuevas herramientas, nuevas metodologías y nuevas etiquetas.
Pero yo creo que la esencia sigue siendo la misma: ayudar a cada persona a adquirir las competencias que necesita para hacer mejor su trabajo y seguir creciendo. Y para ello, no podemos dejarlo todo en mano de la tecnología, ni en la reducción de los contenidos, ni por supuesto debemos decir que sí a toda tendencia por el simple hecho de no quedarnos atrás. La tecnología nos acompaña, las tendencias nos orientan… pero el propósito no cambia.
El reto: no confundirse entre tendencias y prioridades reales..
Por Alfonso Ochoa – CEO y fundador de Hábilon Elearning